El crimen de la menor Adriana Margarita Martínez Fontalvo, de 15 años de edad, podría quedar en la impunidad, según se vislumbra apenas comenzando el proceso de juzgamiento a la presunta autora, otra adolescente de 16 años, el 13 de diciembre pasado.

Todo inició cuando el sábado 14 una juez de control de garantías le concedió la detención domiciliaria con la cual la menor debería habría retornado a su hogar en el Conjunto Residencial Ciudadela Real.

En la audiencia la Fiscalía reveló que a Adriana Margarita no solo la asfixiaron con una bolsa plástica, sino que también fue atada de pies y manos, amordazada y apuñalada en varias ocasiones en el rostro, cuello, cabeza y otras partes del cuerpo. También le arrancaron los dientes, antes de asfixiarla con la bolsa plástica.

Pese a la atrocidad del crimen, la jueza adoptó esa decisión pues en Barranquilla no hay sitio de reclusión para mujeres adolescentes.

En el trámite de la búsqueda de un  centro de reclusión, el ICBF y la Policía de Infancia y Adolescencia no se ponían de acuerdo y no encontraban el lugar. La demora fue de una semana y el pasado viernes cuando se gestionó un cupo en un centro de reclusión de menores de Manizales, la Fiscalía solicitó la revocatoria de la detención domiciliaria y pidió la intra mural para la adolescente.

La audiencia se cumplió el sábado 21 de diciembre y en esa ocasión un juez sí ordenó el traslado de la menor homicida a Manizales.

De inmediato, se dispuso el operativo para ubicar a la adolescente, la presunta homicida. El personal del ICBF y de la Policía de Infancia y Adolescencia se desplazó a la calle 26 con carrera 16 Conjunto Residencial Ciudadela Real, bloque A, apartamento 206, en Malambo, lugar que se registró como domicilio de la joven pero no la encontraron.

Allí no vive nadie pues después del violento hecho perpetrado en su domicilio, su familia salió del lugar ante la amenaza de los vecinos.

“La menor no aparece ahora” confirmó a Zona Cero un investigador de la Fiscalía. Y sí constituye un peligro para la sociedad.